Este año hemos dedicado el panel del "Día de Canarias" al escritor Arturo Maccanti, galardonado a título póstumo con el Premio de las Letras Canarias 2015
ARTURO MACCANTI
Poeta
nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1934,de padre
italiano y madre portuguesa, llegados a la isla pocos
años antes, su vida está vinculada a Tenerife, y en especial
a La Laguna, en cuya universidad inició sus
estudios de derecho en 1951.en Nosotros, revista universitaria,
publica sus primeros poemas. Su papel en la
cultura canaria en aquellos años es relevante a través
de interesantes propuestas editoriales, como La fuente
que mana y corre, que crea junto con manuel González Sosa y Antonio García Ysábal, o Taller de ediciones
JB, de Manuel Padorno y Josefina Betancor, en la
que colabora. Su vida está íntimamente marcada por
la literatura, a la que dedicó todo.
Autor de una amplia obra poética, reunida en 2005
(Vivir sobre la vida), traductor, miembro de la Academia
Canaria de la Lengua y Premio Canarias en 2003,
Arturo Maccanti es uno de nuestros clásicos.
La dimensión literaria y humana del poeta son
testimonio de las diversas tradiciones que conforman
culturalmente las Islas. La obra de Maccanti es el
poema de una vida consciente de su condición insular
y del paso del tiempo; que procura constantemente
el conocimiento de sí mismo en una geografía
que supo captar de manera única. Las islas de Arturo Maccanti son una sola, el lugar donde acontece la escritura.
Canarias fue el lugar donde el autor dirigió su amor,
y con ello, a través de su poesía, nos mostró el único
camino posible. El poeta falleció en La Laguna en 2014. En Guerea,
la ciudad del poeta, se escucha el eco de sus pasos.
AMOR O NADA
Os hablo de la luz de esta jornada;
de una mano de amor sobre este hombro;
del corto corazón ante el asombro
de verse la tristeza derrotada.
Os digo, por la herida en que nombro
y por esta esperanza desvelada,
que el hombre es sólo amor antes que nada,
antes de que regrese a ser escombro.
Os digo que la vida es cordillera;
cada uno la alcanza a su manera
y es muy triste quedarse en la estacada.
Es muy triste quedarse —como un río
sin agua— sin amor, solo y vacío,
porque el hombre es amor. Amor o nada...